miércoles, 24 de septiembre de 2008

EL AZAR Y LA NECESIDAD DE LAS LISTAS LITERARIAS

Las listas literarias son injustas, subjetivas y a veces caprichosas. En realidad, casi como cualquier otro tipo de lista. Ah, pero tienen encanto!, a veces un encanto irresistible, debido en parte a esos mismos caprichos e injusticias, especialmente cuando se mezclan con un cierto rigor y unos criterios algo más objetivos.

Además, dependiendo de los criterios que se elijan, y no únicamente de las circunstancias, cada persona podrá elaborar diferentes listas sobre un mismo tema. Por ejemplo, podré tener en cuenta un criterio más objetivo, que tienda más a respetar el peso histórico de un texto, la literatura crítica que ha generado, y entonces tendré un tipo de lista. O podré atender más a la importancia que dichos textos han jugado en mi vida. Y entonces tendré otra.

También podría emplear un criterio que dependiera más de ciertos estados de ánimo –especialmente si tienden a repetirse-, o dependiendo de las fases de mi vida, y entonces surgirán listas a su vez que probablemente tengan poco que ver con las anteriores.

Lo importante, creo, es elegir un criterio, explicarlo lo mejor que se pueda, y a la luz de ese criterio, argumentar, o mejor aun, contar el porqué de cada obra elegida.

Por otro lado, queremos que estas listas tengan un carácter de juego, y de juego estimulante, por lo que animamos a participar en ellas, más desde el punto de vista de una cierta espontaneidad, que desde la aplicación de un rigor que sería contradictorio con el objeto elegido.

En efecto, detrás de cada lista, hay unas razones, una historia, unas emociones, a través de las cuales tal vez podamos entrar en contacto con el espíritu de la lista, y descubrir, leer o releer tal o cual libro.

Pues bien, esto es un poco lo que puedo decir acerca del espíritu que me animó a hacer la mía, esos diez libros que figuran a continuación.

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